domingo, 16 de febrero de 2014

El Género de los cuerpos militantes: taller por Marcheta y Barés en la JP Descamisados


En la tarde de ayer compartí junto a quince jóvenes mujeres y varones, un taller sobre las maneras en que las representaciones del género y las sexualidades condicionan las vidas de varones y mujeres en Salta. El mismo estuvo organizado por Agustín Marcheta y Natalia Barés y se desarrolló en la sede cultural de la agrupación política JP Descamisados, inaugurada recientemente en La Florida 650.

Compartimos tres videos que nos llevaron a charlar mucho sobre las problemáticas que varones y mujeres tenemos en relación a nuestras vidas como cuerpos sexualizados en los lugares cotidianos donde nos movemos. Gran parte de la tarde la dedicamos a hablar de la tensión entre las grandes diferencias que hoy día existen entre derechos de las mujeres y de los varones. Coincidimos -me parece- en la necesidad de incorporar las voces de los varones en las luchas por la disminución de la violencia de género. Entre los presentes, imaginamos lo provechoso que para la erradicación de mitos sobre la sexualidad y la religión, sería investigar y desarrollar espacios para hablar sobre la sexualidad entre los hombres y mujeres de la Iglesia Católica (curas, obispos, monjas, párrocos, etc.)

Agustín Marcheta presentó la iniciativa diciendo que… 'trabajan desde una mesa de enlace de la juventud organizada desde la cual damos clase de apoyo en el comedor Virgen del Valle'. Continuó diciendo que… 'A nivel de los grupos políticos imperan representaciones y queremos reflexionar sobre esas representaciones. Arrancaremos desde ahí'.

Natalia Bares nos explicó que existen… 'dos tipos de talleres de genero: uno es tratar la evolución de los derechos de las mujeres, y el otro es tratar los estereotipos en la cultura, y esa es la idea de este taller'. A lo largo del taller, expresó que… 'en Argentina la publicidad de la mujer intenta mostrar una mujer débil'. Sobre lo cual Agustín explicó la intencionalidad que nos quería mostrar en uno de los cortos que compartimos de esta manera… 'Veremos algo sobre la industria cultural y sus representaciones sobre lo masculino y lo femenino. La violencia de la anorexia es un problema de salud pública y se solucionan cambiando el ambiente (cultural)'… 'Estamos atravesados por representaciones… discutimos y reflexionamos, pero luego vemos la revista gente o caras (y nos convencen de lo contrario). Sus  discursos cosifican y deshumanizan a las mujeres; como los desordenes alimenticios (de la anorexia) se vuelven desordenes políticos'.

En los cortos que compartimos la idea central era que la cultura y los medios venden la idea del amor y del sexo correcto; donde el ideal es inalcanzable porque se basa en la perfectibilidad absoluta. Y que existe una estrategia común para el ejercicio de la violencia humana que consiste en el primer paso de deshumanizar a la persona, de objetivizarla. Se convierte en la base común de la estrategia de todas las violencias: las de género, en el homofobia, el racismo, etc. 

Agustín cerró el espacio del taller que duró unas dos horas expresando el deseo de todos… 'saber que se pueden igual los derechos, deconstruir representaciones sociales, como lo liberador que puede ser para una mujer sometida el romper platos de su tarea doméstica; este taller trata de dar alternativas de expresión de sexualidad que trascienden modelos establecidos de sexo que nos ponen el cuerpo como una cosa'.

En este contexto que les contaba, compartimos tres pequeñas poesías. Porque la resistencia a la desarticulación que nos produce la cultura hegemónica entre el cuerpo, el sexo y el deseo; también está en la poesía que nos devuelve la identidad arrebatada.

EL PAÍS Edición América: el periódico global